lunes, 10 de junio de 2019

Calendario de la ausencia












































Calendario de la Ausencia

Un día de otoño, en una mañana inolvidable de 1991, mi padre muere. Aún recuerdo lo que veían mis ojos, esa perspectiva desde la cama de mi infancia; la mirada rebotando en el aire de la casa, entrelazando las sombras al piso y los rayos tenues del sol. Luego, la puerta abierta y la voz de mi madre fantasmagórica, un vago eco sin fuerzas. Ese ambiente lúgubre lo anunciaba todo, la realidad suspendida en mi visión de tinieblas y la inmediata certeza de lo trágico. 
Un año antes habíamos viajado juntos a Buenos Aires y en un paseo por la ciudad fuimos a un lugar de antigüedades, él se compró un par de zapatos marrones, yo elegí un estrafalario vestido rojo y verde. Me encantaba, aún lo tengo guardado entre mis tesoros que son pocos, era demasiado antiguo y hasta me quedaba un poco chico, pero igual lo usaba. Estábamos muy felices con nuestros nuevos vestuarios. Cuando volvimos a Merlo mi mamá no podía creer que hubiésemos adquirido esos disfraces y me dijo que el vestido era, literalmente, de la época en que su abuela era chica. Yo seguía feliz. El vestido era de novela, todo de raso, brillante, con una pechera y lazo ancho, la falda con cuadros rojos y verdes, volados en los hombros, puños fruncidos, una pinturita!
Cuando pienso en las horas que ya pasé sin él me doy cuenta que, ese transcurrir, suma más que todo aquel que estuvimos juntos. Pero sí recuerdo a la inversa, mis primeros años, las fotografías de niña, la multitud de imágenes a las que vive adosado, descubro que el tiempo es otra cosa: es materia plegándose en mí, como se pliega la cinta roja en la pechera estridente de mi vestido. En esa fisura de lo real es donde él se quedó prendido, habitando un mundo que lo detiene en la ausencia y que en el día a día de lo que me falta, se inscribe. Esto ha sucedido y esto sucede, en los pliegues de los pliegues, en la forma de las formas, dibujo tus ojos entrando en mi tiempo.


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Mariana Robles nace en Buenos Aires, 1980. Crece en Merlo, San Luis y desde 1998 vive en Córdoba. Es artista, docente y escritora. Desde 2010 hasta la actualidad publica los libros Línea de Atlas (Alción); El árbol de los reflejos (Biblioteca Córdoba); Constelación Escarlata Turquesa (Sofía Cartonera); Los niños de Renoir (Nudista); Alfabeto de la noche (Borde Perdido); Tres mujeres Planchadoras (Sofía Cartonera); Escrituras Rituales. Ensayos sobre arte y literatura (Los Ríos); Melancolía (Borde Perdido); El nacimiento de lo extraño (Cartografías); El Aburrimiento (Maravilla); Las Chispas de las Cosas (Azogue) “Diario del teatro” (de todos los mares) y “Damasco” (Dinamo). Entre sus exposiciones se destacan “Infancia y Poesía” curada por Claudia Santanera, Museo Genaro Pérez; “Infierno, corazón y cielo”, Museo Juan de Tejeda y “La escriba ágrafa” curada por Carina Cagnolo, Centro Cultural España-Córdoba. Su trabajo recibió diferentes reconocimientos y en diversas ocasiones Becas de Creación del FNA. Su obra se encuentra en colecciones públicas y privadas. Actualmente integra el área de investigación de Museo Caraffa y es docente en la Escuela de Bellas Artes Figueroa Alcorta.