sábado, 31 de octubre de 2015

Judith y los límites del cuerpo

Judith y los límites del cuerpo
Cuando leía Judith Butler en la facultad de filosofía, especialmente sus ideas sobre lo perfomático estaba segura que eran las teorías más revolucionarias de nuestra época. Durante un tiempo me pareció muy extraño que no hubiese interacciones comprometidas, por ejemplo, entre teorías Queer y teorías estéticas.
En una ocasión leyendo “Ultracontemporáneo” de  Carlos Espartarco me quedé muy asombrada con el capítulo que él le dedica, en ese libro, a las teorías Queer y post-feministas, era un texto erudito en el tema.   Rápidamente descubrí que todo el capítulo estaba plagiado de la introducción de José Carrillo al libro “Posiciones Críticas” de Douglas Crimp. Espartaco sólo había cambiado comas y puntos de lugar, suprimido comillas e itálicas, obviado algunos párrafos. Al principio me pareció una estafa, ahora pienso que esa nueva escritura de Espartaco es la real intervención con los grandes corpus teóricos. En realidad lo que el hizo fue traducirlo a su propia corporalidad, transformó la puntualidad en ritmo propio y con ello se escuchó a si mismo a través de otra voz.
Pensando en cualquier cosa, estaba en mi taller tejiendo un vestido celeste fosforescente, y Valentino me alcanza su dibujo, sobre una nota a Butler en la Revista Deodoro de la UNC, con una fibra del mismo color. Valentino hace unos garabatos caligráficos maravillosos, parecen cúmulos de estrella, constelaciones. Lo miré un rato y lo dejé en una mesa e inmediatamente la imagen se armo con el vestidito para Butler.
El ejercicio de leer es un juego de transformación infinita, donde el autor nos modifica y lo modificamos, se tejé la gran horizontalidad de los símbolos y la política.   


 

El mapa de mi padre

El mapa de mi padre
En casa de mi madre hay un mapa muy viejo. Un mapa que mi padre uso, hace treinta años, para mudarse de Buenos Aires a Merlo, San Luis. A veces parece un fósil, otras veces una hoja de otoño sobre la tierra seca. Cada parte doblada del gran pliego es otra ruta, la cartografía se abre al espacio buscando lugares nuevos, vidas nuevas. Las líneas rojas y azules son arterias iguales que las nuestras, venas como las de mis hijos. La piel es un papel o un plano de posibilidades terrestres, algo que el corazón nos informa aparece lentamente en la superficie. Hacía algún lugar vamos cuando vemos la mano de un niñito hundirse en el barro, tomar una piedra. Hacía algún lugar vamos, sin desviarnos de las antiguas huellas, cuando paseamos agarrados de sus manitos. Las primeras veces, cuando Valentino empezaba a caminar, además de llevarlo, iba dibujando con mis dedos el contorno de suyos, un ritual simple para pronunciar esos encuentros en la dimensión del tiempo.
Así el mapa se amplifica con el afecto, con la piel, con el recuerdo; una escritura epifánica en las coordenadas de la felicidad.



 













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Mariana Robles nace en Buenos Aires, 1980. Crece en Merlo, San Luis y desde 1998 vive en Córdoba. Es artista, docente y escritora. Desde 2010 hasta la actualidad publica los libros Línea de Atlas (Alción); El árbol de los reflejos (Biblioteca Córdoba); Constelación Escarlata Turquesa (Sofía Cartonera); Los niños de Renoir (Nudista); Alfabeto de la noche (Borde Perdido); Tres mujeres Planchadoras (Sofía Cartonera); Escrituras Rituales. Ensayos sobre arte y literatura (Los Ríos); Melancolía (Borde Perdido); El nacimiento de lo extraño (Cartografías); El Aburrimiento (Maravilla); Las Chispas de las Cosas (Azogue) “Diario del teatro” (de todos los mares) y “Damasco” (Dinamo). Entre sus exposiciones se destacan “Infancia y Poesía” curada por Claudia Santanera, Museo Genaro Pérez; “Infierno, corazón y cielo”, Museo Juan de Tejeda y “La escriba ágrafa” curada por Carina Cagnolo, Centro Cultural España-Córdoba. Su trabajo recibió diferentes reconocimientos y en diversas ocasiones Becas de Creación del FNA. Su obra se encuentra en colecciones públicas y privadas. Actualmente integra el área de investigación de Museo Caraffa y es docente en la Escuela de Bellas Artes Figueroa Alcorta.